El Budismo y la Iniciación a la Meditación
Hay muchas cosas en la vida que están fuera de nuestro control. Sin embargo, es posible asumir la responsabilidad de nuestros propios estados de ánimo, y cambiarlos para mejor. Según el Budismo, esto es lo más importante que podemos hacer, y el budismo enseña que es el único antídoto a nuestras propias penas personales y a las ansiedades, temores, odios y confusiones generales que acosan a la condición humana. De ahí la Iniciación a la Meditación.
La meditación es un medio de transformar la mente. Las prácticas de meditación budista son técnicas que fomentan y desarrollan la concentración, claridad, la positividad emocional y una visión relajada de la verdadera naturaleza de las cosas.
Al dedicarte a una práctica de meditación particular aprendes los patrones y hábitos de tu mente, y la práctica ofrece un medio para cultivar nuevas formas más positivas de ser.
Con trabajo regular y paciencia, estos estados de la mente concentrados y nutritivos pueden profundizar en estados de la mente profundamente pacíficos y revitalizados. Esas experiencias pueden tener un efecto transformador y pueden conducir a una nueva comprensión de la vida.
Durante milenios se han desarrollado innumerables prácticas de meditación en la tradición budista. Todas ellas se pueden describir como “entrenamientos de la mente”, pero toman muchos enfoques diferentes. La base de todas ellas, sin embargo, es el cultivo de un estado mental relajado y positivo.
El Aprendizaje de la Meditación: ¿Por qué la Iniciación a la Meditación?
Cada año miles de personas aprenden meditación con la Comunidad Budista Triratna. Nos enseña dos meditaciones básicas que fueron enseñadas originalmente por el Buda histórico. Éstas ayudan a desarrollar las cualidades de tranquilidad y positividad emocional: las Meditaciones de Concienciación de la Respiración y Meditaciones de Amor Universal (Metta Bhavana).
Las técnicas de Iniciación a la meditación son muy fáciles. Sin embargo, leer sobre ellas no es un sustituto para aprender de un maestro experimentado y fiable. Un profesor te puede orientar en cómo aplicar la técnica y cómo lidiar con las dificultades. Tal vez lo más importante, un maestro te puede ofrecer el estímulo y la inspiración de su propio ejemplo.
Preparación para el Inicio de la Meditación.
Cuando te sientas a meditar necesitas establecer la postura de meditación de manera que estés relajado, pero en posición vertical, generalmente sentado en un cojín y probablemente con las piernas cruzadas. Si esto no es fácil, puedes ponerte de rodillas o si no en una silla. Después cierras los ojos, te relajas y percibes cómo te sientes.
Es importante ser sensible con tu experiencia, porque esto es lo que trabajas con la meditación. Es una buena idea que te tomes algo de tiempo para sentarte en silencio antes de empezar una meditación, para desacelerarte y relajarte. Algunos estiramientos suaves también pueden ayudar.
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