Seguro que como mamá ocupada sientes que estás corriendo como un pollo con la cabeza cortada la mayor parte del tiempo. Tener un trabajo de 8 horas, hijos pequeños y tratar de hacer que el hogar funcione la mayoría de las veces es realmente abrumador. Por eso es fundamental saber cómo evitar el estrés.
Como si la interminable lista de tareas y el constante agobio de tu adorable familia no fuera suficiente, tu mente es un lío de pensamientos y tareas que hace que te sientas como un caja de nueces algunos días.
Probablemente todo esto haya hecho que te sientas desanimada y una víctima de las circunstancias, en lugar de intentar coger la vida por los cuernos.
Si crees que ya estás suficientemente estresada es hora de hacer pequeños cambios para que te ayuden a tu cordura. Hacer cosas simples todos los días que hagan tu vida más fácil y despejar tu mente, supondrá toda la diferencia.
¿Cómo las Mamás Pueden Evitar el Estrés?
1. Encuentra una Rutina y Aférrate a Ella.
A lo mejor antes de ser madre, odiabas la rutina. Incluso la evitabas a toda costa. La rutina es aburrida y predecible. ¿Quién hubiera pensado que un día anhelarías la previsibilidad la mayor parte del tiempo? Cuando tienes que salir por la puerta en un momento determinado con un niño a cuestas, la imprevisibilidad es peligrosa.
Cada día hay que estar preparada para la “lentitud de tortuga” de tu hijo, y cuánto tiempo tardas en llegar al trabajo. Además, la rutina de irse a la cama es preciosa; la hora del baño, de contar cuentos y las conversaciones con tu hijo cada noche llenan tu día. La rutina ayuda a mantenerte cuerda.
2. Ordena tu Entorno.
Esto es muy importante. Si tu casa es un lío, te sentirás como un lío. Puede parecer una tontería recoger los juguetes de tu hijo todos los días, cuando sabemos que al día siguiente los volverá a esparcir, pero es algo que hay que hacer.
Es importante mantener tu hogar, dormitorio y oficina tan libre de desorden como sea posible para realmente crecer sano. Deshacerse de la basura extra y organizar las cosas importantes marcan la diferencia.
3. Consigue tu Tiempo a Solas.
Las madres muy pocas veces están alguna vez solas, y la mayoría de las veces no te importará. A las madres les encanta pasar tiempo con su familia, pero seamos realistas: a veces puede que te saquen de quicio. Con las constantes demandas y rabietas incansables, te agotan.
Es muy importante tomarse algún tiempo para nosotras mismas y conseguir un tiempo a solas de calidad. El tiempo para ti misma te ayuda a despejar tu mente y a encontrar tu paz interior. Cada una puede elegir su forma de tiempo a solas: ir al gimnasio, leer un libro o hacer una pequeña meditación. Es importante encontrar tiempo para tus propias necesidades de vez en cuando.
4. Diviértete.
Cuando te conviertes en mamá, algunas personas se preocupan porque no van a encontrar tiempo para divertirse nunca más. La verdad es que tu definición de diversión cambia enormemente.
Trata de recordar que eres una madre, y a los pequeños sólo les parecerás guay durante un corto tiempo. Estima el tiempo que quieren pasar contigo ahora, porque un día desaparecerá. Deja la escoba, pon una sonrisa en tu cara, baja y juega con tus hijos. No sólo le alegrarás su día, sino que encontrarás otra vez a tu niña interior y te divertirás haciéndolo.
Es fácil quedar atrapados en la rutina y las tareas todos los días, pero no dejes que consuma el 100% de tu vida. A veces puede ser bastante estresante, pero si lo llevas a la práctica y te dejas llevar, puedes evitar el estrés un poco mejor. Echa un vistazo al lado positivo y dale a tus hijos la madre que quieres ser.